Tenía una deuda de $80,000 en tarjetas de crédito. No quería declararme en bancarrota, pero no tenía idea de cómo iba a salir de la deuda. Llamar a Americor fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. El pago mensual era mucho menos de lo que estaba pagando por todas mis tarjetas de crédito. Desde que estoy con Americor, mi mente ha estado tranquila.

Mi madre falleció y usé crédito para pagar los gastos del funeral. Luego me diagnosticaron cáncer y dejé de trabajar durante 8 meses. Todas nuestras facturas seguían acumulándose. Llamé a 8 compañías diferentes, solo Americor me hizo sentir cómodo. Comencé con 12 tarjetas de crédito y más de $57,000 de deuda. Estoy emocionado de estar libre de deudas y estoy agradecido con Americor.

Estuve sin trabajo por un tiempo y terminé con algunos problemas de salud. Nos atrasamos en el pago de nuestras facturas y terminamos con 14 tarjetas de crédito con más de $40,000 de deuda. Americor nos hizo sentir que no era nuestra culpa. Puedo decir honestamente que no sé dónde estaríamos sin ellos en este momento. ¡Estoy muy agradecida de que estuvieran allí para ayudarnos!

Mi esposa tuvo un bebé y tuvo que tomar una licencia de 6 meses. Alrededor de ese tiempo, también nos mudamos a un nuevo lugar y hubo cambios en mi trabajo que afectaron mis ingresos. Tenía una deuda de más de $62,000 en 10 cuentas de crédito. Al consultar con las empresas de alivio de deudas en línea, Americor se destacó como la mejor opción... ¡Gracias Americor!

Después de la muerte de mi esposa, terminé agotando todas mis tarjetas de crédito, además de los préstamos que ya tenía. Necesitaba urgentemente una consolidación de deudas, ya que tenía 12 acreedores. Americor me ayudó a mejorar mi situación en comparación con hace dos años. Aprecio todo lo que Americor ha hecho por mí y los recomendaría a mi familia y amigos.

Tuve un rápido aumento de ingresos, y con eso vinieron muchas ofertas de tarjetas de crédito y viajes caros. Fue divertido por un tiempo, pero finalmente me estaba ahogando en mis pagos mínimos y sentía que no había salida. Recibí una oferta por correo de Americor y los llamé. Negociaron con mis acreedores, ¡ahora soy más feliz y tengo menos de qué preocuparme!

Tenía deudas de tarjetas de crédito y préstamos personales para los que necesitaba ayuda para pagar. Todo el mundo allí fue súper servicial y amable, y armaron un programa que funcionó muy bien para mí. Ahora me siento mucho más cómodo con mi situación financiera. Una de las mejores decisiones que he tomado fue inscribirme en el programa Americor.